Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Los estudios sobre adicciones han aumentado y clarificado mucho en las tres últimas décadas y es la OMS que recoge y elabora un informe recopilatorio de avances sobre Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas, de donde se basa los siguientes datos sobre mente y adicción.
Los avances en la investigación neurocientífica ha revelado que la dependencia de sustancias es un trastorno crónico recidivante, con una base biológica y genética, y que no se debe únicamente a la falta de voluntad o de deseo de abandonar el consumo. Aún hoy en día entre la población lega se piensa que con solo voluntad se puede tratar la adicción pero teniendo en cuenta que el área cerebral implicada en la motivación está dañada precisamente por el consumo de sustancias psicoactivas, adherirse a un tratamiento sería el mejor afrontamiento.
Dentro de un proceso en el que la persona empieza consumiendo de una manera social, lúdica y experimental, a través de un consumo repetido, las estructuras cerebrales y neuroquímicas van modificándose en lo que se llama una neuroadaptación de la conducta al consumo de sustancias. Normalmente la persona se da cuenta que se encuentra en un estado de dependencia al tener dificultades en no consumir en situaciones en el que la propia persona decide no hacerlo. Su voluntad no le funciona.
Dependencia y Tratamiento... Toda la información se encuentra en el monográfico que escribí para la Fundación Eduard Punset.
Psicología Sistémica y Empoderamiento
¿Seré capaz?. Adquirir potencia personal a través del trabajo relacional y algo de terapia breve.
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miércoles, 2 de noviembre de 2016
jueves, 12 de mayo de 2016
Consultas contestadas a través de la Fundación Eduard Punset.
Desde hace tres años colaboro con Eduard Punset, otros compañeros y compañeras y su fundación en un proyecto que permite a orientar a toda persona que se ponga en contacto con la fundación, en aquello que en estos momentos le preocupa.
Desde el conocimiento científico y profesional se le orienta a la persona a un abordaje personalizado del problema y, en el caso necesario, a que pida ayuda profesional para atender su malestar.
Todo tipo de consulta que tenga que ver con el área de la psicología son contestadas con una argumentación científica, como no podría ser de otra manera en la Fundación Eduard Punset.
Este es el enlace para todas las consultas publicadas desde julio de 2013:
Consultas Publicadas
Espero que alguna os pueda servir de orientación y manejo ante una situación compleja.
viernes, 18 de marzo de 2016
Camino de la resiliencia.
En ocasiones los padres, con la mejor de las intenciones, cometen errores al repetir el modelo de crianza aprendido, carente de nutrición emocional, con bajos niveles de protección y escaso establecimiento y cumplimiento de normas.
Vivir una experiencia de sufrimiento en la infancia y adolescencia obliga a aprender a vivir sin un modelo de seguridad emocional, que hace pensar que uno no es querido por los padres y que éstos no tenían la capacidad de ayudar. Hay configuraciones familiares donde los padres dan un modelo de vida donde es más costoso salir a delante y no hundirse, pero este sufrimiento vivido se puede utilizar para encontrar las fortalezas necesarias para llevar una vida con seguridad, afecto, y sociabilidad.
Fijarse en lo que uno ha hecho en el pasado para salir adelante y sentirse mejor. Recordar qué se hizo en aquel momento que todo apuntaba a ser un desastre y no ocurrió esto. Identificar qué sirve para motivarse en la dirección deseada. Identificar las fortalezas, plantear pequeños objetivos que permitan llegar al objetivo final de la independencia. Aceptar los límites, hasta dónde se puede actuar y con quién. Identificar frases y pensamientos del pasado que minan la autoestima y el sentimiento de ser capaz de salir adelante.
Con el tiempo se entiende y respeta las decisiones de nuestros mayores e iguales. Eso no quiere decir que se compartan ni que se tenga que resolver de la misma manera. Aceptar una experiencia no significa que ésta represente nuestra preferencia o que estemos de acuerdo con ella. El camino es vivir una vida aceptando y dando significado a toda experiencia vivida.
Se puede escribir un cuento con los protagonistas de tu vida y con un final feliz, pese al dolor y sufrimiento.
La resiliencia es la capacidad humana de afrontar la adversidad y salir reforzado de experiencias negativas....— Eduard Punset (@epunset) 29 de enero de 2016
viernes, 10 de julio de 2015
La ira como respuesta, en las relaciones.
El enfado es una de las emociones más funcionales e importantes que tenemos. Nos avisa que algo o alguien está transgrediendo nuestros límites personales de respeto, cuidado... elegidos personalmente y que tanto nos cuesta mantener para tener una buena autoestima.
Cuando el enfado se siente en un grado mayor de intensidad y frecuencia, puede aparecer la ira como respuesta a una situación, identificada o no, que nos está haciendo daño.
Al ser el enfado una señal de alarma de que algo o alguien nos daña, tenemos que atender a esta emoción e interpretar la necesidad de resolver aquello que duele.
Puede ser una relación sentimental, una relación laboral, de amistad, familiar... pero la respuesta está en nosotros y nosotras, en cómo definimos nuestras relación y cómo nos posicionamos respecto a ellas.
La solución no está en cambiar al otro, o esperar que las circunstancias externas cambien (aunque es cierto que ayuda), sino en plantearse un cambio en la relación, a través de la escucha de emociones y expresión de las mismas.
Las emociones son nuestras aliadas, no las enemigas, y es justo cuando molestan, cuando más atención hay que darles.
Cuando el enfado se siente en un grado mayor de intensidad y frecuencia, puede aparecer la ira como respuesta a una situación, identificada o no, que nos está haciendo daño.
Al ser el enfado una señal de alarma de que algo o alguien nos daña, tenemos que atender a esta emoción e interpretar la necesidad de resolver aquello que duele.
Puede ser una relación sentimental, una relación laboral, de amistad, familiar... pero la respuesta está en nosotros y nosotras, en cómo definimos nuestras relación y cómo nos posicionamos respecto a ellas.
La solución no está en cambiar al otro, o esperar que las circunstancias externas cambien (aunque es cierto que ayuda), sino en plantearse un cambio en la relación, a través de la escucha de emociones y expresión de las mismas.
Regalo de Eduar Punset. Poster Universo de Emociones |
Las emociones son nuestras aliadas, no las enemigas, y es justo cuando molestan, cuando más atención hay que darles.
No sé si es ira o frustración y cómo manejarlo « Apoyo Online https://t.co/5N47bMAlN9
— Sofía Prieto (@Sofiasebastia) julio 10, 2015
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