Todos conocemos algunas de las emociones universales pero, ¿conocemos la información que nos dan?
La tristeza nos dice que algo o alguien hemos perdido; el enfado que algo o alguien ha traspasado nuestros límites; el miedo nos avisa de un peligro, es cuando nos sentimos amenazados por algo concreto y ansiedad cuando nos sentimos amenazados por algo imaginario; y la vergüenza, ay! la vergüenza, la gran desconocida, es la que nos dice que estamos pensando en que no somos capaces de algo.
Las emociones están ahí para darnos herramientas de afrontamiento, son funcionales si las atendemos en su medida y necesidad, pero si las obviamos, negamos, exageramos, nos pueden hacer daño. Para mí, la vergüenza es una de las más dañinas, porque pocas veces le prestamos su justa atención.
Sentimos vergüenza cuando en el fondo estamos pensando que no vamos a ser capaces de llegar al listón que se espera de nosotros, que podemos decepcionar, que no vamos a estar a la altura de las circunstancias, cuando sentimos que somos débiles, inseguros y esto mismo no va a gustar a los otros.
Cuando trabajo esta emoción en terapia, sobretodo en adicciones, veo el alivio en sus miradas además de en sus palabras cuando se han dado cuenta del daño que les puede hacer dejarse llevar por esta emoción. Que podemos desarmar cada uno de los argumentos para no sentirnos válidos y que, en el peor de los casos y a fin de cuentas, el ser imperfecto, inseguro y torpe es inherente al ser humano.
A mí me gusta cuando mi familia, amigos y compañeros me muestran ese trocito de vulnerabilidad, de inseguridad y de torpeza, que los hace en esos momentos realmente auténticos, y que no aspiran a nada más que a conectar con el corazón, a sentir que nos entendemos.
A través del blog de F. Javier Romeu, descubierto recientemente, encontré información sobre el libro "Frágil" de la autora Brené Brown, trabajadora social e investigadora, en el que habla de la vulnerabilidad. Adjunto una conferencia de esta profesional en donde resume parte del contenido de su investigación.
El poder de la vulnerabilidad. (se puede seleccionar el idioma del subtítulo).
Y además adjunto un artículo científico publicado, sobre estrategias de afrontamiento a sentimientos como el de culpa. También necesario, sobretodo para poder reparar un daño.
Estrategias de afrontamiento ante sentimientos de culpa
Las emociones están ahí para darnos herramientas de afrontamiento, son funcionales si las atendemos en su medida y necesidad, pero si las obviamos, negamos, exageramos, nos pueden hacer daño. Para mí, la vergüenza es una de las más dañinas, porque pocas veces le prestamos su justa atención.
Sentimos vergüenza cuando en el fondo estamos pensando que no vamos a ser capaces de llegar al listón que se espera de nosotros, que podemos decepcionar, que no vamos a estar a la altura de las circunstancias, cuando sentimos que somos débiles, inseguros y esto mismo no va a gustar a los otros.
Cuando trabajo esta emoción en terapia, sobretodo en adicciones, veo el alivio en sus miradas además de en sus palabras cuando se han dado cuenta del daño que les puede hacer dejarse llevar por esta emoción. Que podemos desarmar cada uno de los argumentos para no sentirnos válidos y que, en el peor de los casos y a fin de cuentas, el ser imperfecto, inseguro y torpe es inherente al ser humano.
A mí me gusta cuando mi familia, amigos y compañeros me muestran ese trocito de vulnerabilidad, de inseguridad y de torpeza, que los hace en esos momentos realmente auténticos, y que no aspiran a nada más que a conectar con el corazón, a sentir que nos entendemos.
A través del blog de F. Javier Romeu, descubierto recientemente, encontré información sobre el libro "Frágil" de la autora Brené Brown, trabajadora social e investigadora, en el que habla de la vulnerabilidad. Adjunto una conferencia de esta profesional en donde resume parte del contenido de su investigación.
El poder de la vulnerabilidad. (se puede seleccionar el idioma del subtítulo).
Y además adjunto un artículo científico publicado, sobre estrategias de afrontamiento a sentimientos como el de culpa. También necesario, sobretodo para poder reparar un daño.
Estrategias de afrontamiento ante sentimientos de culpa
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| Parar y acercarse para apreciar. |
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