miércoles, 3 de julio de 2013

Autoengaños.

"Si me compro una talla ajustada, adelgazaré para ponérmela"; "si salgo con mis amigos antes de ponerme a estudiar me despejaré y así estudiaré más concentrado a la noche"; otra "abusar del alcohol de vez en cuando no es peligroso, ¿quién no se ha emborrachado alguna vez?"; otra más "hoy no le he dicho que NO porque no era el mejor momento, la próxima vez estaré más preparado"...


Autoengaños:    -->   Distorsiones Cognitivas, en un argot técnico
                          -->   No te lo crees ni tú, entorno lego


¿necesarios?. ¿quién no ha necesitado pensar que una situación resultaría tal y como la estamos imaginando porque no puede ser de otra manera?, ¿daríamos pasos en una determinada dirección sin la ayuda de autoengaños?; pensar que todo va a salir bien, ¿es un autoengaño?.

Si bien puede ser cierto que algunos autoengaños nos motivan a tomar decisiones de cambio, en ocasiones nos pueden poner en situaciones de riesgo; entre una valentía osada y el riesgo de muerte, hay, como en casi todo, un continuo entre los extremos.

Entiendo que en ocasiones sea necesario cierto grado de autoengaño para poder actuar y cambiar una actitud. Una pizca de valentía inconsciente, por eso de que no hay tantos valientes sino muchos inconscientes.

Pero en adicciones (y otros trastornos, como los alimentarios, y/o  enfermedades mentales), este tema es más complejo y delicado, porque la adicción se localiza en unas áreas cerebrales donde actúa el sistema de refuerzo (dopaminérgico, entre otros), donde la percepción del placer y su búsqueda es el motor del comportamiento del adicto. Y esta zona cerebral está conectada (como otras) con el córtez prefrontal, aquel que valora y toma decisiones. Y es en esta toma de decisiones que los PERMISOS tienen un papel importante, es el "venga va", que todos hemos pensado alguna vez, pero que en una enfermedad crónica y con recidivas puede ser el inicio de una recaída.

En el trabajo con adicciones, los autoengaños son la antesala a un deseo de consumo de tóxicos o la práctica de conductas adictivas. Es el permiso necesario para pasar a la acción. Dentro de este contínuo, en adicciones, en donde en los extremos está el peligro, el autoengaño te puede dirigir hacia la prevención o hacia la recaída.

Ejemplos, que es lo mejor para aprender:

  - Puedo ir tranquila al concierto porque, voy acompañada de mi marido y delante de él no me atrevería a beber por vergüenza.    --> puede que durante el concierto no beba, pero la exposición de estímulos es suficiente para iniciar un proceso de deseo; dicha exposición a la estimulación "permitida" por el autoengaño.

  - Como llevo dos años sin consumir nada de nada, puedo tomar una "cervecita" porque mi cuerpo ya está limpio y es como si nunca hubiese bebido.   --> el por "uno no pasa nada", es un clásico en adicciones, nos lo creemos de verdad por el peso del autoengaño (el cuerpo ya está limpio). Y aunque tengamos TODA la información objetiva (artículos, terapias, etc), a nuestro alcance, el PODER de la distorsión mental tan fuerte que hace que demos por cierto un pensamiento que sabemos de antemano que es mentira.

  - ¿¿¿quién no se merece un pequeño premio después de dos años sin tomar nada???

  La adicción funciona así, manipulando, autoengañando, mintiendo, ... es el lado oscuro de la mente, y aún con todo, tenemos herramientas y terapias para poder combatirla.


Algunas  HERRAMIENTAS:

  •  No me estoy engañando cuando pienso que los autoengaños se pueden desmontar con más facilidad cuando los confrontamos con otras personas que nos puedan dar su opinión. ¿Puede que me esté engañando cuando pienso que...? en una buena herramienta, no sólo en adicciones sino para la vida misma. 
  • Humildad para aceptar que podemos estar equivocados.
  • ¿Tengo evidencia de que lo contrario ha ocurrido? si es sí, cuidado, puedo estar equivocado.
  • Ante la duda, no actuar próximamente. 



Cuando llegas a ser tu mismo el que más se cree la mentira



No hay comentarios:

Publicar un comentario